Viajes a Milán, Italia
Milán (Milano) suele ser el comienzo de los viajes a Italia. En Europa es muy fácil subirse a un tren de alta velocidad o tomarse un vuelo low cost y estar en 1 o 2 horas en cualquier lugar. Por ejemplo, en el norte de Italia también tenés Génova, Florencia y Venecia. Un poco más hacia el centro, Pisa y Roma. Pero hablemos específicamente de Milán, lo que concierne a esta guía.
Milán es una ciudad donde muchos artistas han dejado su marca, entre ellos nada menos que Da Vinci, y que ostenta una riqueza cultural tremenda. También es el centro de la moda, el lugar donde las grandes marcas exponen sus nuevos diseños y tendencias anualmente.
La ciudad ha tenido que ser reconstruida en varias oportunidades, debido a ataques que han sufrido por parte de los godos, luego de Barbarroja, y más cercano a nuestra época, en la Segunda Guerra Mundial. Así que en el camino se pueden ver restos de diferentes épocas y construcciones que mezclan varios estilos tras haber sido restauradas incluso más de una vez.
¿Qué ver en Milán?
Empezá a prestar atención desde el aeropuerto y estaciones de tren. Frená un segundo para mirar la Estación Central de Milán por ejemplo, un lugar por el que la gente suele pasar apurada y que ofrece cúpulas con frisos y grabados. Metete bien en cada momento para grabarlo del todo en tus recuerdos, atesorá todo, hasta el sonido del tranvía que recorre las calles de Milán.
Il Duomo
Antes de entrar, vas a estar situado en la plaza más importante de Milán.
Duomo es otro nombre para la enorme Catedral de Milán. En Europa se les dice así a las catedrales, palabra que deriva de Domus Dei (casa de Dios). Es una hermosa construcción de estilo gótico, con vitreaux famosos en su interior, y admirables confesionarios tallados en madera. No te olvides de tocar el pie del carcelero, o de Jesús preso. Dicen que es mágico, para volver a Milán. La terraza ofrece hermosas panorámicas de la ciudad y una vista de cerca de todos los pináculos trabajados y sus gárgolas (subir cámara en mano). Imaginate lo imponente que es, que Napoleón la eligió para ser coronado rey de Italia.
Teatro alla Scala
Si tenés el nivel adquisitivo como para poder ingresar a ver una ópera, este es el teatro más representativo de Milán, famoso mundialmente. Fue construido a pedido de la archiduquesa María de Austria, allá por el año 1776. En su web podés encontrar toda la programación: http://www.teatroallascala.org/en/index.html. No olvides vestirte para el teatro en Milán: los hombres de traje y las mujeres de vestido.
Galería Vittorio Emanuele II
El Duomo está conectado con el teatro alla Scala a través de esta impresionante galería. Los mitos en Milán son muchos: en el centro de la galería hay un toro, en el piso, y dicen que si girás con los ojos cerrados pisando la parte del toro que no podemos nombrar, te asegurás el regreso a Milán. Cafés, restaurantes y librerías, y muy cerca de la galería el cuadrilátero de la moda, una manzana llena de marcas súper top, sólo para ir a mirar, salvo que tu presupuesto sea abultado. De noche, muchas veces se hacen conciertos.
Castillo Sforzesco
Es una antigua fortaleza que tuvo su origen en el siglo XVI, y fue construido a pedido de un señor de Milán, llamado Galeazzo II Visconti. Hoy en día aloja al Museo Arqueológico y el Museo de Arte Antigua.
Parque Sempione
Pasando el castillo Sforzesco se llega a un gran parque llamado Sempione, uno de los más importantes de la ciudad. Vas a reconocerlo inmediatamente por todo el verde que ostenta, y por su Arco de la Paz. Tiene un lago, varios monumentos, y muchos caminos para recorrer y despejar la mente.
El Cementerio Monumental de Milán
Abrió en el año 1886, y alberga todo tipo de esculturas y monumentos a diferentes personalidades como Toscanini y Salvatore Quasimodo. El Palanti Chapel es un homenaje a los fallecidos en los campos de concentración nazis.
Piazza dei Mercanti
Se trata de un antiguo mercado de la época renacentista, construido en el siglo XVIII. Dicen que en sus paredes se pueden descubrir pequeños agujeros a través de los cuales se pasaban mensajes los mercaderes de la época.
Basílica de San Ambrogio Patrón
San Ambrosio es el santo patrono de Milán. De arquitectura romana, esta basílica que tuvo su nacimiento en el siglo IV, tiene un altar de oro y piedras preciosas, y es una de las iglesias más hermosas de Milán.
Basílica de San Lorenzo
Una tradicional y pequeña basílica en el centro de Milán, en la que vas a descubrir la cúpula más grande de la ciudad, y una réplica de la famosa obra “La última cena”, de Da Vinci. La construcción original es del año 370, pero mucho más tarde en el siglo XVI se reformó y renovó por completo. Para entrar, las mujeres deben tener cubiertos los hombros, y mucho mejor si llevan cubiertas también las piernas en su totalidad. La iglesia está ubicada justo enfrente de la plaza que lleva su mismo nombre, y que ostenta una clara arquitectura romana. Hay un camino de 16 columnas remanentes de un templo del siglo II, que cuenta la tradición que hay que ir contándolas al pasar.
Museo Nazionale della Scienza e della Tecnica Leonardo da Vinci
No podés irte de Milán sin antes ver un poco de la ciencia y el arte de Da Vinci. La Galería de Leonardo expone todo tipo de artefactos para volar e invenciones de un genio precursor que no tuvo ni tendrá repetición.
¿Dónde alojarse en Milán?
¿No sabés en dónde vas a parar? Si te animás podés hacer couchsurfing y pedir prestado el sillón de alguien, pero si no, acá te dejamos opciones tradicionales de hostel y hoteles en Milán:
Opciones súper económicas:
New Generation Hostel
Lumiere Hostel
Hostel Colours
Hoteles 4 y 5 estrellas:
Mandarin Oriental, Milán
Santa Marta Suites
Room Mate Giulia
Cuando vuelvas a la Argentina vas a ver que empezás a mirar mucho más los edificios, la arquitectura, los paisajes de la ciudad. Eso te pasa cuando te vas a Europa, porque te acostumbrás a mirar tanto para arriba y a la distancia, que volvés acá y ya no andás mirándote la punta de los zapatos. Milán no es la excepción.